FISIOTERAPIA EMBARAZO y POSTPARTO

Tanto el embarazo, el parto y el postparto son dos momentos claves en la vida y en el cuerpo de una mujer. No cabe ninguna duda de que ambos son procesos fisiológicos, y no patológicos, para los que el cuerpo de la mujer está preparado. No obstante, existen situaciones en las que las ayuda de de la fisioterapia (en este caso llamada “Fisioterapia Osbtétrica”) puede ayudarte a prevenir y aliviar ciertas dolencias.



1) REEDUCACIÓN POSTURAL

Entre los numerosos cambios que experimenta el cuerpo de la mujer durante el embarazo y una vez nacido el bebé, se encuentran los cambios de hábitos posturales.  
El aumento de peso que se produce predominantemente en la parte del cuerpo, hace que el centro de gravedad se adelante, y que la musculatura posterior tenga que trabajar de forma más intensa. El aumento de tensión de este grupo muscular puede causar síntomas como son: calambres musculares, dolores de espalda, contracturas musculares, sensación de rigidez en el cuello, etc.
La fisioterapia manual te ayuda a reducir esta tensión y evitar molestias o dolores.




2) SUELO PÉLVICO

Una adecuada preparación del suelo pélvico a lo largo del embarazo puede ayudar a reducir la probabilidad de episiotomía en el parto. Esta preparación debe basarse en una serie de ejercicios (entre los que se encuentran los ejercicios de Kegel) y el aprendizaje del masaje perineal, que permitan que el suelo pélvico sufra lo mínimo durante el parto.
Por otra parte, una buena preparación acelerará la recuperación del suelo pélvico en el postparto, evitando la incidencia de incontinencias, prolapsos, y otras patologías del suelo pélvico.
Tanto si estás embarazada, como si ya has dado a luz, consulta cómo puedes cuidar y recuperar tu suelo pélvico



3) DRENAJE LINFÁTICO MANUAL

El drenaje linfático manual se define como una “serie de maniobras suaves y superficiales orientadas a la activación del sistema linfático superficial para drenar o desplazar la linfa hacia el torrente sanguíneo”
Es frecuente el edema o inflamación de piernas en las embarazadas, sobre todo en las últimas semanas de gestación. Esto se debe al aumento del volumen sanguíneo, y a los cambios en sus propiedades, que hace que se acumule líquido en los tejidos.
Nadar, caminar, mantener los pies en alto durante los momentos de descanso,  y evitar cruzar las piernas pueden ayudar a disminuir el edema en la embarazada. Pero si estas medidas no son suficientes, el drenaje linfático manual contribuye a movilizar la linfa estancada y disminuir la hinchazón de piernas.
 

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